
Mala praxis en anestesia dental: vías legales
Publicado el 29 de septiembre de 2025
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Índice
- Qué es mala praxis en anestesia dental
- Derechos del paciente y deberes del odontólogo
- Pruebas y documentación imprescindibles
- Pasos legales tras el incidente
- Responsabilidad y aseguradoras
- Cálculo de la indemnización
- Plazos de prescripción en España
- Elección de perito odontólogo
- Vías extrajudiciales y acuerdos
- Preguntas frecuentes
Qué es mala praxis en anestesia dental
La mala praxis en anestesia dental se produce cuando, durante la administración de anestesia local o sedación consciente en un tratamiento odontológico, el profesional se aparta de la lex artis ad hoc —las reglas de la buena práctica— y causa un daño que era evitable aplicando la diligencia exigible. En odontología, las incidencias más habituales se relacionan con la infiltración incorrecta, la afectación nerviosa (por ejemplo, del nervio dentario inferior o lingual), reacciones alérgicas no previstas, sobredosificación, fallos en la monitorización durante sedación o la ausencia de protocolos ante emergencias. No todo resultado adverso constituye negligencia: para hablar de mala praxis deben concurrir varios elementos, entre ellos una actuación culposa (acción u omisión), un daño real y una relación causal entre ambos.
En la práctica, los supuestos más frecuentes incluyen parestesias prolongadas tras extracciones con anestesia troncular, hematomas extensos por punción vascular, lesiones musculares por técnica inadecuada, síncopes no atendidos conforme al protocolo, complicaciones por interacciones medicamentosas no revisadas en la historia clínica y riesgos relevantes no explicados en el consentimiento informado. La anestesia dental, aunque generalmente segura, requiere una correcta anamnesis (alergias, comorbilidades, medicación), la elección del anestésico y vasoconstrictor adecuado, el cálculo de dosis por peso, la técnica precisa de punción y la observación posterior del paciente.
Idea clave: Si se demuestra que el estándar de cuidado no se cumplió y ello provocó el daño, existe base para reclamar por mala praxis en anestesia dental.
- Actuación contraria a la lex artis.
- Daño cierto (físico, moral, patrimonial).
- Nexo causal entre la actuación y el daño.
Derechos del paciente y deberes del odontólogo
El paciente tiene derecho a una atención segura, a recibir información veraz y comprensible sobre su tratamiento, riesgos previsibles y alternativas, y a otorgar un consentimiento informado específico antes de la anestesia dental. Este consentimiento no es un mero formulario: debe reflejar los riesgos relevantes del procedimiento (p. ej., parestesia, hematoma, reacciones alérgicas, fallos anestésicos) y adaptarse a las características individuales del paciente. El profesional, por su parte, debe cumplir los protocolos de historia clínica y valoración preoperatoria, registrar alergias, antecedentes, medicación y contraindicaciones, y velar por la trazabilidad de las actuaciones (fecha, dosis, lote del anestésico, técnica empleada).
Los deberes del odontólogo incluyen observar los estándares de calidad, usar material homologado, mantener la asepsia, aplicar la técnica anestésica correcta, monitorizar cuando sea preciso, disponer de botiquín y protocolos de emergencia, y derivar a un nivel superior si el caso excede sus competencias. Asimismo, deben garantizar la confidencialidad, custodiar la historia clínica y facilitar copias al paciente cuando las solicite. La falta de consentimiento informado o de registros suficientes no solo dificulta la continuidad asistencial; también juega en contra del centro o profesional en una reclamación, pues impide acreditar que se actuó conforme a la lex artis.
Recuerda: la carga de documentar adecuadamente la actuación recae en el profesional y el centro. Para el paciente, conservar documentos y comunicaciones es esencial.
- Información suficiente y comprensible.
- Consentimiento informado específico y firmado.
- Historia clínica completa y accesible.
Pruebas y documentación imprescindibles
La solidez de una reclamación por mala praxis en anestesia dental depende, en gran medida, de las pruebas disponibles. El primer paso es solicitar al centro odontológico la historia clínica completa: hojas de anamnesis, consentimiento informado específico de anestesia, registro de materiales y fármacos (marca, lote, caducidad), dosis administradas, técnica descrita, incidencias intraoperatorias y pautas posteriores. También conviene aportar informes de atención de urgencias si la complicación requirió asistencia adicional, analíticas, pruebas neurológicas en caso de parestesia, fotografías de hematomas o lesiones y cualquier parte de baja laboral.
La prueba pericial es el eje del procedimiento: un perito odontólogo o médico estomatólogo evaluará si la actuación se apartó del estándar y si el daño guarda relación con la técnica aplicada. En lesiones nerviosas se recomiendan electromiografías y pruebas de sensibilidad; en sospecha de reacción adversa, documentación farmacológica y alergológica; en sobredosificación, cálculo retrospectivo de dosis por kilogramo. La conservación de envases o registro de lotes puede ser útil ante sospechas de defecto del producto. Las comunicaciones con la clínica (correos, mensajes) aportan contexto sobre la información dada y la atención recibida.
Checklist útil: historia clínica íntegra, consentimiento informado, informes médicos externos, pruebas diagnósticas, evidencia fotográfica, justificantes de gastos y peritaje especializado.
- Solicita copias certificadas o compulsadas cuando sea posible.
- Guarda tickets y facturas: serán clave para cuantificar el daño.
- Anota fechas y síntomas desde el primer momento (diario de lesiones).
Pasos legales tras el incidente
Tras una complicación asociada a la anestesia dental, actúa con método. En primer lugar, prioriza la salud: acude a tu médico de cabecera o a urgencias para evaluar lesiones y establecer un parte clínico. En segundo lugar, solicita por escrito y con registro (burofax, correo certificado o mail con acuse) la historia clínica completa y el consentimiento informado. En paralelo, reúne toda la documentación económica (facturas, desplazamientos, tratamientos de rehabilitación) y elabora una cronología detallada. Con este material, consulta con un despacho especializado para valorar la viabilidad y decidir la vía: reclamación extrajudicial a la clínica y su aseguradora, acción civil por responsabilidad profesional o, en casos de mayor gravedad o imprudencia, la vía penal.
La fase extrajudicial suele comenzar con una reclamación motivada acompañada de un informe pericial preliminar. Si la aseguradora abre expediente, puede proponerse una oferta motivada de indemnización. Si la respuesta es negativa o insuficiente, se inicia demanda. En cualquier escenario, los plazos de prescripción mandan, por lo que conviene interrumpirlos formalmente mediante requerimiento fehaciente. En caso de sedación con participación de anestesista externo o de clínica franquiciada, revisa contratos y posibles corresponsabilidades. Documenta toda interacción y evita firmar renuncias sin asesoramiento.
Consejo práctico: actúa pronto y por escrito. Interrumpe la prescripción, solicita la historia clínica y encarga un preinforme pericial antes de negociar.
- Atención médica inmediata y parte clínico.
- Requerimiento de historia clínica y consentimiento.
- Preinforme pericial y reclamación a aseguradora.
Responsabilidad y aseguradoras
En odontología privada, la responsabilidad suele canalizarse por la vía civil frente al profesional y/o la clínica, generalmente cubierta por un seguro de responsabilidad civil profesional. Puede existir responsabilidad directa del centro por defectos organizativos (falta de medios, protocolos, supervisión) y personal del odontólogo por la técnica empleada. Si intervinieron varios profesionales (odontólogo, anestesista, higienista), puede plantearse responsabilidad solidaria o mancomunada según la participación y el nexo causal. La aseguradora evaluará la reclamación, analizará la documentación y podrá designar su propio perito; por eso es importante presentar un informe robusto y bien fundamentado.
En la sanidad pública, la vía suele ser la responsabilidad patrimonial de la administración sanitaria, con requisitos y plazos específicos. En supuestos de imprudencia grave o lesiones relevantes, cabe la vía penal, aunque exige un estándar probatorio alto. También puede valorarse la acción por incumplimiento del deber de información cuando el riesgo materializado era relevante y no se advirtió adecuadamente en el consentimiento. Finalmente, si el daño deriva de un producto defectuoso (cartucho, aguja, anestésico), podría activarse la responsabilidad del fabricante o distribuidor. Identificar correctamente a los intervinientes y sus pólizas es clave para no dejar fuera a quien deba responder.
Claves de estrategia: delimita intervinientes, revisa pólizas y protocolos internos, y define la vía (civil, patrimonial o penal) con base en daño, pruebas y plazos.
- Seguro de responsabilidad civil profesional.
- Responsabilidad del centro por organización y medios.
- Posible defecto de producto en material o fármacos.
Cálculo de la indemnización
La indemnización en casos de mala praxis en anestesia dental persigue reponer el daño causado y cubrir tanto perjuicios personales como patrimoniales. En lesiones temporales, se valoran días de perjuicio básico y moderado (incapacidad para actividades esenciales o específicas), tratamientos, medicación y rehabilitación. En lesiones permanentes (p. ej., parestesia o disestesia persistente de lengua o labio), se barema la secuela por intensidad, afectación funcional y repercusión en la calidad de vida. Los daños morales —dolor, ansiedad, impacto emocional— y los perjuicios estéticos (hematomas o cicatrices destacadas) se tienen en cuenta conforme a criterios de valoración consolidados.
Además, deben cuantificarse los daños patrimoniales: gastos médicos y odontológicos, desplazamientos, pérdida de ingresos o lucro cesante si la lesión impide trabajar, así como la necesidad de tratamientos futuros (p. ej., neuromodulación, fisioterapia orofacial). La documentación de cada gasto con factura y justificante es esencial. En la negociación con aseguradoras, un informe pericial que detalle el nexo causal, la técnica deficitaria y la cuantificación por conceptos aumenta la probabilidad de una oferta motivada adecuada. Si la oferta no se ajusta a los daños, la demanda judicial permitirá un reconocimiento completo de los perjuicios.
Punto de control: registra todos los gastos, solicita informes clínicos actualizados y valora la estabilización de secuelas antes de cerrar un acuerdo.
- Días de perjuicio y secuelas.
- Daño moral y perjuicio estético.
- Gastos presentes y futuros acreditados.
Plazos de prescripción en España
Los plazos para reclamar son determinantes y varían según la vía. En el ámbito civil privado, la acción contractual frente a la clínica/odontólogo suele contar con un plazo que, en términos generales, se computa desde la estabilización de las lesiones o desde que el perjudicado puede conocer con claridad el alcance del daño y su causa. En la vía extracontractual, el plazo es más breve y comienza con el hecho dañoso o su manifestación. La responsabilidad patrimonial de la administración sanitaria tiene su propio cómputo desde la producción del daño o su diagnóstico. Interrumpir los plazos mediante requerimiento fehaciente (burofax) es una práctica imprescindible para negociar sin perder la acción.
Dado que cada supuesto presenta particularidades —por ejemplo, lesiones que se manifiestan tardíamente o tratamientos encadenados que dificultan fijar una fecha—, conviene analizar el caso cuanto antes. Un simple intercambio informal con la clínica no interrumpe la prescripción; debe existir constancia fehaciente. Además, si intervienen varios responsables (centro, profesional, fabricante), revisarás qué actos interrumpen frente a cada uno. No demorar la consulta y formalizar requerimientos a tiempo marca la diferencia entre poder reclamar y ver caducado el derecho.
Acción inmediata: envía un requerimiento fehaciente cuanto antes y conserva el justificante de envío y recepción.
- El cómputo puede variar según la vía elegida.
- La interrupción exige forma fehaciente.
- No confíes en acuerdos verbales: deja rastro documental.
Elección de perito odontólogo
El perito es la piedra angular de la reclamación por mala praxis en anestesia dental. Debe ser odontólogo o estomatólogo con experiencia en cirugía oral y anestesia odontológica, conocer la práctica clínica real y estar habituado a declarar en sede judicial. Un buen perito analizará la historia clínica, la técnica anestésica utilizada, la idoneidad del anestésico y vasoconstrictor, el cálculo de dosis por peso, el cumplimiento de protocolos y la existencia de alternativas más seguras. También valorará el nexo causal y cuantificará las secuelas con criterios objetivos. La claridad expositiva y la capacidad pedagógica para explicar términos técnicos al juez son tan importantes como el contenido científico.
Al seleccionar perito, pide referencias de informes previos, plazos de entrega y disponibilidad para ratificación. Es útil un preinforme para negociar con aseguradoras y, si no se alcanza acuerdo, un informe completo con anexos (bibliografía, escalas de valoración, imágenes). Evita peritajes genéricos o basados en meras suposiciones; el informe debe responder a las preguntas clave: ¿se apartó la actuación de la lex artis?, ¿qué daño se produjo?, ¿cómo se explica el nexo causal?, ¿qué cuantía procede? Coordina al perito con tu abogado para alinear estrategia y tiempos, especialmente respecto a la estabilización de secuelas y la oportunidad de demandar.
Tip: solicita un índice detallado del informe pericial antes de encargarlo y acuerda honorarios, hitos y entregables por escrito.
- Experiencia clínica y judicial contrastada.
- Metodología objetiva y reproducible.
- Capacidad didáctica en sala.
Vías extrajudiciales y acuerdos
Antes del litigio, la negociación con la clínica y su aseguradora puede ofrecer una solución razonable y más rápida. Para ello, prepara una reclamación completa: hechos, cronología, documentación clínica, gastos y un preinforme pericial que sostenga la responsabilidad y el nexo causal. Solicita la apertura de expediente y una oferta motivada. La mediación o la transacción privada son alternativas viables cuando las posiciones no están muy alejadas; en tal caso, cuida la redacción del acuerdo, la forma de pago, la tributación y la renuncia a acciones, asegurándote de que la cuantía compensa adecuadamente los daños y secuelas.
Si no hay acuerdo, la demanda judicial permitirá practicar prueba pericial contradictoria y solicitar cuanta documentación adicional sea necesaria. A veces conviene dirigir la acción contra varios responsables para evitar indefensión. En cualquier escenario, evita firmar documentos que limiten tus derechos sin asesoramiento. Recuerda que la oferta debe ser proporcional a los daños acumulados (personales y patrimoniales), contemplar tratamientos futuros y dejar claro el reconocimiento de los hechos o, al menos, la asunción del riesgo por la aseguradora.
Estrategia: combina presión procesal (interrupción de plazos, preinforme sólido) con voluntad real de acuerdo cuando mejore el resultado para el paciente.
- Reclamación motivada y oferta motivada.
- Mediación y transacción privada.
- Demanda judicial como alternativa firme.
Preguntas frecuentes
¿Todo daño tras una anestesia dental es mala praxis? No. Debe demostrarse que el profesional se apartó de la lex artis y que ese apartamiento causó el daño. Algunos riesgos son inherentes y, si fueron informados y se actuó correctamente, no generan responsabilidad.
¿Qué hago si la clínica no entrega la historia clínica? Solicítala por escrito con registro. Si persiste la negativa, tu abogado puede requerirla fehacientemente y, ya en sede judicial, solicitar su aportación bajo apercibimiento.
¿Necesito siempre un perito? En la práctica, sí. La pericial es crucial para acreditar el estándar de cuidado, el nexo causal y la cuantificación del daño. Un buen informe puede facilitar un acuerdo sin pleito.
¿Cuándo es mejor negociar y cuándo demandar? Negocia si existe apertura real de la aseguradora y cuentas con un preinforme sólido. Demanda si la oferta es insuficiente, se agotan plazos o necesitas medidas probatorias que solo ofrece el proceso.
¿Puedo reclamar por falta de consentimiento informado? Sí. Si un riesgo relevante no fue explicado y se materializó, puede dar lugar a responsabilidad por falta de información, con indemnización específica, incluso si la técnica fue correcta.
Estas respuestas orientan en términos generales. Cada caso de mala praxis en anestesia dental requiere un análisis personalizado de hechos, documentación y plazos para elegir la vía legal más adecuada y optimizar la reclamación.