Preguntas Frecuentes

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Las pruebas clave incluyen la historia clínica, informes médicos, testimonios de expertos, pruebas diagnósticas y cualquier documento que demuestre que la negligencia médica causó un daño directo al paciente.
Sí, si un medicamento fue mal recetado, administrado en dosis incorrectas o no se advirtieron sus efectos adversos, se puede presentar una reclamación contra el médico, el hospital o el laboratorio fabricante.
La indemnización se calcula en función de los daños sufridos, incluyendo gastos médicos, pérdida de ingresos, secuelas físicas o psicológicas y daño moral. En algunos países existen baremos que regulan estas compensaciones.
Sí, si un procedimiento estético o cirugía plástica resultó en complicaciones debido a mala praxis, errores en la técnica o falta de información previa, puedes reclamar una compensación.
En casos de lesiones en el parto (como parálisis cerebral, fracturas o asfixia neonatal) causadas por negligencia médica, los padres pueden presentar una reclamación en nombre del bebé para cubrir los daños a largo plazo.
Sí, si la infección se produjo por falta de higiene, negligencia en la esterilización o incumplimiento de protocolos médicos, se puede reclamar una indemnización por los daños sufridos.
Sí, los errores en la administración de anestesia pueden ser motivo de reclamación si causaron daño al paciente, como reacciones adversas, secuelas neurológicas o conciencia intraoperatoria.
Sí, los gastos médicos adicionales ocasionados por la negligencia (tratamientos correctivos, rehabilitación, medicación extra) pueden incluirse en la reclamación para que sean cubiertos por la parte responsable.
Obtener una segunda opinión médica puede ser clave para reforzar una reclamación, ya que permite demostrar que el tratamiento o diagnóstico inicial fue erróneo y que otro profesional habría actuado de manera diferente.
Antes de aceptar un acuerdo rápido, es recomendable consultar con un abogado. Las aseguradoras suelen ofrecer indemnizaciones menores a las que realmente corresponden. Un abogado puede evaluar si el monto es justo y negociar mejores condiciones.