Errores médicos en tratamientos de fertilidad in vitro

Errores médicos en tratamientos de fertilidad in vitro

Publicado el 21 de septiembre de 2025


📖 Tiempo estimado de lectura: 7 min

Qué es un error médico en FIV

En fertilidad in vitro (FIV), hablamos de errores médicos cuando la actuación de profesionales o centros se aparta de los protocolos y estándares aceptados, produciendo un daño evitable. La FIV es un proceso complejo que incluye estimulación ovárica, punción, fecundación en laboratorio, cultivo embrionario, diagnóstico y transferencia. En cada fase existen riesgos inherentes, pero una cosa es la complicación inevitable y otra, muy distinta, la negligencia, el fallo de laboratorio o la omisión de información relevante que habría permitido a la pareja decidir de forma informada.

Los errores pueden ser clínicos (p. ej., dosis inadecuadas de medicación), técnicos (mala manipulación de gametos o embriones), organizativos (fallos de identificación, cadena de custodia), de comunicación (consentimientos incompletos) o diagnósticos (interpretación incorrecta de pruebas). En todos los casos, el punto clave es si el centro aplicó correctamente los protocolos y si dejó constancia verificable en la historia clínica y en los logs del laboratorio de embriología.

Idea clave: no todo resultado negativo implica negligencia. Para hablar de error médico en FIV debe existir un incumplimiento del deber de cuidado, una relación causal con el daño y un perjuicio cuantificable.

La correcta documentación es esencial: cada muestra debe estar identificada de forma inequívoca, cada procedimiento debe registrar responsables, fecha y hora, y cada decisión clínica debe reflejar la información facilitada a la paciente y su consentimiento. Cuando esto falla, el riesgo de confusiones —como transferencias de embriones equivocadas o pérdidas por fallo de cultivo— aumenta y abre la puerta a reclamaciones.

Causas frecuentes en tratamientos de FIV

Aunque cada caso es único, existen patrones de errores médicos en fertilidad in vitro que se repiten. En la estimulación ovárica, los fallos suelen relacionarse con una pauta farmacológica inadecuada, ausencia de monitorización suficiente o errores en la ventana de la trigger (maduración ovocitaria). Estas situaciones pueden traducirse en síndrome de hiperestimulación, baja respuesta no prevista o cancelaciones evitables.

En la fase de laboratorio, los incidentes más sensibles incluyen contaminación de muestras, errores de etiquetado, confusión de gametos o embriones, fallos de equipamiento (incubadoras, alarmas, CO₂) y breaks en la cadena de custodia. La trazabilidad deficiente es un red flag: cada movimiento del ovocito o embrión debe quedar reflejado con doble verificación.

  • Diagnóstico embrionario/genético: muestreo incorrecto, interpretación de resultados sin controles, informe no validado por segunda lectura.
  • Transferencia embrionaria: identificación incompleta de paciente y embrión, uso de catéter inadecuado, guía ecográfica deficiente.
  • Criopreservación: congelación o desvitrificación con protocolos fuera de rango, errores de tanque o pajuelas sin rotulado correcto.

Otra causa habitual es el consentimiento informado insuficiente. Si la clínica no explica alternativas, riesgos, tasas de éxito realistas y límites del procedimiento, el paciente decide a ciegas. En un terreno tan sensible como la FIV, la omisión informativa puede ser tan lesiva como un error técnico.

Cómo detectar un error y señales de alerta

No siempre es fácil distinguir un mal resultado de un error médico. Sin embargo, hay señales de alerta que conviene observar. Por ejemplo, cambios de protocolo de última hora sin explicación por escrito, discrepancias entre lo dicho y lo registrado, valores hormonales o respuestas ováricas incoherentes con el plan inicial, o incidencias de laboratorio comunicadas tarde o minimizadas.

  • Partes de quirófano y embriología con campos en blanco o sin firmas.
  • Falta de logs de incubadora, alarmas o mantenimiento preventivo.
  • Etiquetados sin doble verificación, códigos ilegibles o no coincidentes.
  • Informe genético sin número de muestra, sin validación o con errores tipográficos.

Consejo práctico: solicita siempre copias de historia clínica, consentimientos, parte de punción, informe de embriología (día a día del cultivo), informe de transferencia y registro de incidencias. Contrasta lo verbal con lo escrito.

En términos clínicos, otra pista es una beta-hCG con dinámicas inesperadas tras una transferencia teóricamente correcta, o tasas de fecundación/cultivo que se alejan de lo razonable para tu perfil sin explicación técnica. La transparencia del centro es determinante: si la clínica aporta documentación completa, cronologías y responsables, será más sencillo diferenciar azar biológico de posible negligencia.

Pruebas y evidencias que debes reunir

Para analizar errores médicos en FIV necesitas construir un expediente sólido. Empieza por la historia clínica completa y los consentimientos firmados en cada fase. Añade el informe de embriología con trazabilidad: número de ovocitos, fecundaciones, calidad embrionaria por día, responsables, hora y cadena de custodia. Pide logs de incubadoras (temperatura, CO₂, alarmas), mantenimiento de equipos, y protocolo interno aplicado.

  • Registros de medicación, monitorización ecográfica y analíticas.
  • Parte de quirófano de punción y transferencia, con identificación completa.
  • Comunicación de incidencias y firmas de testigo/doble verificación.
  • Informes genéticos/PGT con metodología, controles de calidad y firmas.

Complementa con prueba pericial de un especialista independiente en reproducción asistida. Su dictamen evaluará si la actuación se ajustó a la lex artis y si existe relación causal con el daño. Documenta también el perjuicio: gastos, bajas laborales, impacto emocional, tratamientos repetidos, viajes y alojamiento si hubo desplazamientos.

Tip: organiza las evidencias en una línea de tiempo con fechas, decisiones y responsables. Facilita que un perito o abogado pueda seguir la historia sin lagunas.

Derechos del paciente y consentimiento informado

En tratamientos de fertilidad in vitro, el consentimiento informado es la piedra angular de la relación clínica. Debe ser específico para cada procedimiento (estimulación, punción, cultivo, PGT, vitrificación, donación/recepción, transferencia), comprensible, actualizado y firmado antes de la intervención. Un consentimiento genérico o ambiguo no basta, y menos aún si se omiten alternativas, riesgos conocidos, tasas de éxito realistas y consecuencias de no tratar.

También te amparan derechos de acceso a la historia clínica, a recibir información veraz, a la intimidad y a la protección de datos, especialmente sensibles cuando se manejan gametos y embriones. La clínica debe asegurar la trazabilidad y la cadena de custodia con sistemas de doble identificación y verificación cruzada, evitando confusiones de muestras.

  • Información previa clara sobre límites técnicos y probabilidades reales.
  • Registro de decisiones compartidas y materiales entregados (folletos, informes).
  • Procedimientos de seguridad en laboratorio y auditorías internas periódicas.

Recuerda: si la decisión se tomó sin información relevante o con expectativas infladas, puede existir un daño por pérdida de oportunidad informada, aunque no haya error técnico.

Cómo reclamar por errores médicos en FIV

El itinerario habitual comienza con una reclamación previa al centro, solicitando auditoría interna y entrega completa de documentación. Paralelamente, conviene recabar una pericia médica independiente para valorar la viabilidad del caso. Según la titularidad del centro (público o privado) y la relación jurídica, la acción podrá vehicularse por responsabilidad patrimonial, contractual o extracontractual. La elección condiciona requisitos, jurisdicción y plazos, por lo que es esencial asesoramiento especializado.

  • Fase amistosa: intento de acuerdo con el asegurador del centro, aportando pericial y cuantificación de daños.
  • Vía administrativa o civil: demanda con relato de hechos, lex artis vulnerada, nexo causal y daños.
  • Medidas probatorias: solicitud de historia clínica íntegra, custodia de documentos y conservación de registros.

Es clave actuar con diligencia temporal. Los plazos para reclamar pueden ser estrictos y varían según el tipo de responsabilidad. No pospongas la consulta jurídica tras detectar indicios: cuanto antes se preserve la prueba, mayor solidez tendrá el expediente.

Estrategia: acompaña la reclamación de una cronología documentada, copias íntegras de consentimientos, informes de laboratorio y un presupuesto de indemnización razonado.

Daños indemnizables y cálculo de perjuicios

La reparación en casos de errores médicos en fertilidad in vitro debe reflejar el conjunto de perjuicios sufridos. En el plano material, incluye costes del tratamiento fallido, medicación, pruebas complementarias, desplazamientos, alojamiento y pérdida de ingresos vinculada a bajas o citas médicas. En el plano moral, recoge el sufrimiento, la ansiedad, la frustración de expectativas y el impacto en el proyecto familiar. Cuando existe pérdida de oportunidad —por ejemplo, por una transferencia cancelada por un fallo organizativo— el cálculo debe ponderar la probabilidad real de éxito frustrada.

  • Gastos directos e indirectos acreditados con facturas y justificantes.
  • Impacto psicológico con informes profesionales y evolución temporal.
  • Repercusiones laborales: horas perdidas, cambios de turnos, desplazamientos.
  • Costes futuros si es necesario repetir ciclos o acudir a ovodonación.

La pericia médica y psicológica es el eje del cálculo. Un informe técnico sólido explica cómo el incumplimiento de la lex artis generó el daño y asigna una cuantía razonada. Evita cifras arbitrarias: utiliza baremos, literatura técnica y comparables de resoluciones previas cuando sea posible. El objetivo no es “castigar”, sino restituir hasta donde el derecho lo permite.

Prevención y criterios para elegir clínica

Prevenir es tan importante como saber reclamar. Antes de iniciar una FIV, evalúa la calidad del laboratorio y su transparencia. Pregunta por tasas de éxito segmentadas por edad y diagnóstico, sistemas de doble identificación, auditorías, mantenimiento de equipos y formación del personal. Exige consentimientos específicos para cada fase y que las expectativas estén alineadas con tu pronóstico.

  • Solicita visita con embriólogo/a para entender el flujo de muestras y la cadena de custodia.
  • Confirma que la clínica entrega logs e informes estandarizados tras cada procedimiento.
  • Valora la comunicación: tiempos de respuesta, claridad de informes y acceso al equipo.

Checklist rápido: tasas reales por grupo de edad, protocolos de seguridad, políticas ante incidencias, trazabilidad documentada, plan B si falla el equipo, y proceso de reclamación interno transparente.

Si ya has experimentado un resultado adverso, exige un informe de calidad postevento que detalle causas raíz, acciones correctivas y preventivas. Este documento es útil tanto para tu decisión clínica como para determinar responsabilidades.

Preguntas frecuentes

¿Un ciclo fallido implica siempre negligencia? No. La FIV tiene incertidumbre biológica. Hablamos de posible error cuando se vulneran protocolos o se omite información relevante y eso causa un daño evitable. La documentación y la pericia independiente ayudan a distinguir entre azar y negligencia.

¿Qué documentos debo pedir a la clínica? Historia clínica completa, consentimientos específicos, parte de punción y transferencia, informe de embriología con trazabilidad día a día, logs de incubadoras y registros de mantenimiento, comunicaciones de incidencias y cualquier informe genético emitido.

¿Puedo reclamar si no me informaron de riesgos o alternativas? Sí. La falta de consentimiento informado adecuado puede generar responsabilidad por pérdida de oportunidad, aun sin error técnico. Es fundamental probar qué información se facilitó realmente.

¿Qué papel tiene el perito en FIV? El perito en reproducción asistida compara la actuación con la lex artis, revisa trazabilidad y protocolos y valora el nexo causal y los daños. Su informe es decisivo para negociar con el seguro o para litigar.

¿Cuándo debo iniciar la reclamación? Tan pronto como detectes indicios. Preservar pruebas y actuar dentro de los plazos es crucial. Un asesoramiento temprano evita pérdidas de evidencia y fortalece tu posición.

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