
¿Sufriste un Diagnóstico Erróneo? Así Puedes Reclamar
Publicado el 08 de mayo de 2025
📖 Tiempo estimado de lectura: 23 min
Índice
- Introducción
- ¿Qué es un diagnóstico erróneo?
- Tipos de errores médicos comunes
- Impacto en la salud del paciente
- Responsabilidad médica y legal
- Cómo reclamar por diagnóstico erróneo
- Documentación necesaria para la reclamación
- Plazos legales para presentar una reclamación
- Indemnización posible por daños
- Casos reales de reclamaciones exitosas
- Preguntas Frecuentes
- Conclusión
Introducción
Sufrir un diagnóstico erróneo puede tener consecuencias devastadoras para la salud física, emocional y económica del paciente. A diferencia de otros errores médicos, un diagnóstico equivocado no solo retrasa el tratamiento adecuado, sino que también puede llevar a intervenciones innecesarias, daños irreversibles o incluso la pérdida de la vida. En este contexto, es esencial que las personas afectadas conozcan sus derechos y sepan cómo actuar ante una situación tan delicada. Este artículo está diseñado para ofrecer una guía clara y estructurada sobre cómo reclamar legalmente por un diagnóstico erróneo en España.
La medicina no es una ciencia exacta, y aunque los profesionales sanitarios están formados para minimizar los errores, estos pueden ocurrir por múltiples causas: negligencia, falta de pruebas adecuadas, interpretaciones incorrectas o incluso falta de comunicación entre los equipos médicos. Si bien no todos los errores constituyen una infracción legal, existen casos en los que el fallo diagnóstico vulnera los derechos del paciente y puede ser reclamado judicialmente.
Importante: No todos los diagnósticos erróneos pueden ser reclamados con éxito. Es fundamental contar con una evaluación legal profesional que determine si existió una mala praxis médica y si se puede probar el nexo de causalidad entre el error y el daño sufrido.
El objetivo de este artículo es proporcionar una hoja de ruta para aquellos pacientes o familiares que consideran haber sido víctimas de un error de diagnóstico. A lo largo de las siguientes secciones, abordaremos los tipos más comunes de errores médicos, el marco legal aplicable, los pasos para iniciar una reclamación, la documentación imprescindible, los plazos legales y las posibles compensaciones económicas que pueden derivarse.
- Errores de diagnóstico más frecuentes: cáncer, enfermedades cardiovasculares, infecciones.
- Cómo probar la negligencia médica ante los tribunales.
- Qué tipo de indemnización puede solicitarse.
Reclamar por un diagnóstico erróneo no solo busca reparar un daño personal, sino también contribuir a mejorar la seguridad del sistema sanitario y evitar que otros pacientes pasen por la misma situación. Si has vivido una experiencia de este tipo, es fundamental actuar con conocimiento, apoyo legal y dentro del marco establecido por la ley.
¿Qué es un diagnóstico erróneo?
Un diagnóstico erróneo se produce cuando un profesional de la salud identifica incorrectamente una enfermedad, condición o lesión, lo que puede llevar a tratamientos inadecuados, retraso en la atención necesaria o incluso a daños permanentes para el paciente. Aunque los errores médicos pueden producirse en cualquier etapa del proceso asistencial, el diagnóstico constituye una de las fases más críticas, ya que condiciona el curso del tratamiento y el pronóstico del paciente.
Este tipo de error puede manifestarse de varias formas, entre ellas:
- Diagnóstico incorrecto: Se atribuye al paciente una enfermedad que en realidad no padece.
- Diagnóstico omitido: El médico no detecta ninguna condición a pesar de que sí existe una enfermedad.
- Diagnóstico tardío: El diagnóstico correcto se realiza, pero con un retraso significativo que afecta el tratamiento.
Las consecuencias de un diagnóstico erróneo pueden variar desde efectos secundarios leves por medicamentos innecesarios hasta complicaciones severas o fallecimientos, especialmente en casos de cáncer, enfermedades cardiovasculares, infecciones o problemas neurológicos. En muchas ocasiones, el paciente se somete a pruebas invasivas, cirugías u otros procedimientos que podrían haberse evitado si la valoración clínica hubiera sido precisa desde el inicio.
Ejemplo real: Un paciente acude a urgencias con dolor torácico y recibe un diagnóstico de ansiedad. Días después, sufre un infarto. Este es un ejemplo típico de diagnóstico erróneo con consecuencias graves que podrían haber sido evitadas con una evaluación adecuada.
Para que un diagnóstico erróneo pueda ser objeto de una reclamación legal, debe demostrarse que el profesional sanitario actuó fuera del estándar médico esperado en su especialidad, y que ese fallo provocó un perjuicio directo al paciente. No basta con que el diagnóstico haya sido inexacto: debe haber daño y una relación causal demostrable entre el error y las secuelas producidas.
Comprender qué constituye un diagnóstico erróneo es el primer paso para evaluar si existe base legal para reclamar y cómo proceder en caso de sospechar una mala praxis médica. A medida que avances en este artículo, conocerás los criterios legales, la documentación requerida y los pasos necesarios para ejercer tus derechos como paciente.
Tipos de errores médicos comunes
Los errores médicos son fallos en el proceso de atención sanitaria que pueden comprometer gravemente la salud de los pacientes. Aunque no siempre son intencionales, muchos de estos errores se consideran evitables y pueden derivar en consecuencias legales si implican negligencia profesional. Reconocer los tipos de errores médicos más frecuentes permite a los pacientes identificar si han sido víctimas de una mala praxis y tomar las acciones correspondientes.
A continuación, se enumeran los errores médicos más comunes que suelen generar reclamaciones por responsabilidad sanitaria:
- Errores de diagnóstico: Incluyen diagnósticos erróneos, omitidos o tardíos. Son uno de los tipos más peligrosos, ya que pueden retrasar tratamientos vitales.
- Errores en la medicación: Administración de dosis incorrectas, medicamentos equivocados o interacciones farmacológicas no controladas.
- Errores quirúrgicos: Cirugías realizadas en el órgano incorrecto, instrumentos olvidados en el cuerpo o intervenciones innecesarias.
- Errores en pruebas diagnósticas: Lecturas incorrectas de radiografías, biopsias o análisis de laboratorio que afectan la decisión médica posterior.
- Fallos en la comunicación clínica: Transmisión deficiente de información entre profesionales sanitarios o entre médico y paciente.
- Negligencia postoperatoria: Falta de seguimiento adecuado después de una operación, lo que puede derivar en infecciones o complicaciones no tratadas.
Dato relevante: Según la Organización Mundial de la Salud, los errores médicos son una de las diez principales causas de muerte en el mundo. La mayoría de ellos podrían prevenirse con protocolos adecuados y comunicación efectiva.
Es importante destacar que no todos los errores médicos son jurídicamente reclamables. Para que exista base legal, debe demostrarse que el profesional actuó por debajo del estándar médico exigible en su área de especialización y que ese fallo ocasionó un perjuicio tangible al paciente.
Identificar con precisión el tipo de error cometido puede ser clave al iniciar una reclamación. Contar con informes médicos detallados, segundas opiniones y asesoría jurídica especializada aumenta las posibilidades de éxito en estos casos. En las siguientes secciones, se abordarán los pasos para reclamar, los plazos legales y la documentación que se debe presentar.
Impacto en la salud del paciente
El diagnóstico erróneo no solo representa un fallo técnico en la atención médica, sino que puede tener consecuencias devastadoras para la salud del paciente. Estas consecuencias pueden ir desde el agravamiento de una enfermedad hasta el desarrollo de nuevas condiciones médicas debido a tratamientos inapropiados o innecesarios. El impacto físico, psicológico y social que genera este tipo de error puede acompañar al paciente durante años, alterando significativamente su calidad de vida.
Uno de los efectos más graves es el retraso en el tratamiento adecuado. Cuando una patología no se detecta a tiempo, la oportunidad de aplicar terapias eficaces puede perderse, especialmente en enfermedades como el cáncer, los accidentes cerebrovasculares o las infecciones sistémicas. En otros casos, el paciente puede ser sometido a tratamientos agresivos para enfermedades que en realidad no padece, lo que genera efectos secundarios innecesarios y debilitantes.
- Progresión de la enfermedad no tratada.
- Daños colaterales por tratamientos incorrectos.
- Secuelas físicas permanentes o discapacidad.
- Problemas psicológicos: ansiedad, depresión o pérdida de confianza en el sistema sanitario.
- Consecuencias sociales y laborales por incapacidad o ausencias prolongadas.
Ejemplo práctico: Un paciente con síntomas de apendicitis es diagnosticado con un trastorno digestivo leve y enviado a casa. Días después, sufre una peritonitis que deriva en una cirugía de urgencia y una larga hospitalización. Este retraso genera complicaciones graves que podrían haberse evitado con una valoración diagnóstica más rigurosa.
Además del daño físico, el impacto emocional puede ser profundo. Muchas personas que han sufrido un diagnóstico erróneo experimentan estrés postraumático, miedo a consultar a médicos en el futuro y una pérdida general de confianza en el sistema de salud. Estas secuelas, aunque invisibles, son igualmente relevantes y deben ser consideradas en cualquier reclamación por daños.
En definitiva, el impacto en la salud del paciente tras un diagnóstico erróneo puede ser multifactorial y prolongado. Por ello, es fundamental que se valore cada caso de manera individual, considerando tanto las consecuencias clínicas como las emocionales y sociales para determinar la indemnización adecuada y asegurar justicia para la víctima.
Responsabilidad médica y legal
La responsabilidad médica y legal en casos de diagnóstico erróneo implica evaluar si el profesional sanitario actuó conforme a los estándares exigidos por la lex artis médica, es decir, las normas que rigen la buena práctica clínica. No todos los errores diagnósticos son sancionables legalmente, pero cuando se demuestra que el fallo se debió a negligencia, imprudencia o falta de diligencia, puede activarse la responsabilidad civil, penal o patrimonial, dependiendo del ámbito sanitario y las consecuencias ocasionadas.
En España, la responsabilidad puede clasificarse en tres tipos principales:
- Responsabilidad civil: Se reclama una indemnización por los daños y perjuicios ocasionados. Aplica en el ámbito privado y en la sanidad pública cuando hay contratos con empresas subcontratadas.
- Responsabilidad patrimonial de la Administración: Se aplica cuando el error ocurre en centros sanitarios públicos, y el paciente reclama ante la administración correspondiente (comunidad autónoma o Seguridad Social).
- Responsabilidad penal: Se activa cuando el error constituye una infracción grave, como lesiones por imprudencia o incluso homicidio involuntario. Requiere prueba sólida del nexo causal y la gravedad del daño.
Nota importante: Para que exista responsabilidad legal, no basta con demostrar que hubo un error; es necesario probar que dicho error fue evitable y que causó un perjuicio directo al paciente, algo que requiere peritajes médicos especializados.
A nivel jurídico, los plazos de prescripción también son un factor determinante. En general, el plazo para reclamar por vía civil o patrimonial es de un año desde que se conoce el daño. En algunos casos puede interrumpirse si se solicita informe al Defensor del Paciente o se inicia un procedimiento administrativo previo.
Contar con un abogado experto en negligencias médicas es esencial para valorar la viabilidad de una reclamación. El profesional jurídico se encargará de recopilar informes, peritajes y pruebas necesarias para demostrar el incumplimiento del deber de cuidado por parte del personal médico o la institución sanitaria.
En resumen, la responsabilidad médica y legal no solo tiene un enfoque compensatorio para el paciente, sino también preventivo y correctivo, incentivando buenas prácticas dentro del sistema de salud y estableciendo límites claros ante la mala praxis.
Cómo reclamar por diagnóstico erróneo
Reclamar por un diagnóstico erróneo es un proceso complejo que requiere conocer los pasos legales adecuados y reunir pruebas suficientes para demostrar la existencia de una mala praxis médica. Aunque el sistema sanitario español dispone de vías para proteger los derechos del paciente, es fundamental actuar con rigor, documentación y apoyo profesional desde el inicio del procedimiento.
El primer paso es identificar si realmente ha existido un diagnóstico incorrecto que haya causado un daño real y comprobable. No todos los errores pueden reclamarse: solo aquellos en los que se pueda demostrar una desviación de los protocolos médicos habituales y que esta haya derivado en perjuicios para el paciente.
A continuación, te explicamos los pasos esenciales para iniciar una reclamación por diagnóstico erróneo:
- Reunir documentación médica: Solicita el historial clínico completo, informes, pruebas diagnósticas y cualquier documento que acredite el proceso asistencial recibido.
- Obtener un informe pericial: Un perito médico independiente evaluará si hubo una actuación incorrecta y emitirá un informe clave para sustentar la reclamación.
- Contactar con un abogado especializado: Es imprescindible contar con asesoría legal experta en negligencias médicas que te guíe en el proceso y redacte la demanda o reclamación.
- Decidir la vía de reclamación: Puede ser por vía administrativa (en caso de sanidad pública), civil o incluso penal, dependiendo de la gravedad del caso y del tipo de centro médico.
- Respetar los plazos legales: Por lo general, se dispone de un año desde que se tiene conocimiento del daño para presentar la reclamación.
Consejo clave: Guarda todos los correos electrónicos, citas médicas, autorizaciones y comunicaciones con el centro sanitario. Estos elementos pueden ser esenciales como prueba documental durante el proceso legal.
En algunos casos, antes de iniciar acciones judiciales, es recomendable enviar una reclamación formal al propio hospital o servicio de salud, lo cual puede abrir la puerta a una resolución amistosa o activar una investigación interna. Sin embargo, esto no interrumpe los plazos de prescripción, por lo que es importante hacerlo de manera paralela y con respaldo legal.
Reclamar por diagnóstico erróneo no solo persigue obtener una compensación económica por los daños sufridos, sino también visibilizar errores para que no se repitan en el futuro. Si has sido víctima de este tipo de negligencia, actúa con decisión, infórmate bien y busca ayuda profesional especializada para proteger tus derechos.
Documentación necesaria para la reclamación
Para que una reclamación por diagnóstico erróneo prospere, es fundamental contar con una base documental sólida que respalde los hechos y evidencie tanto la existencia del error como las consecuencias sufridas por el paciente. La recopilación de documentos debe hacerse de manera meticulosa y ordenada, ya que cualquier omisión puede debilitar el proceso y dificultar la obtención de una compensación justa.
A continuación, se detallan los documentos imprescindibles que se deben reunir para presentar una reclamación efectiva:
- Historia clínica completa: Incluye informes de urgencias, consultas médicas, resultados de pruebas diagnósticas, tratamientos prescritos y evolución del paciente.
- Informes médicos complementarios: En especial, informes de especialistas o segundas opiniones que contradigan el diagnóstico inicial o confirmen el error.
- Informe pericial médico: Elaborado por un experto independiente, es clave para demostrar que el profesional sanitario actuó fuera del estándar clínico habitual.
- Documentación de daños: Parte de lesiones, informes psicológicos, fotografías, gastos médicos y justificantes de baja laboral o pérdida de ingresos.
- Comunicaciones con el centro médico: Emails, reclamaciones previas, solicitudes de cita o cualquier comunicación escrita que acredite los pasos seguidos por el paciente.
Importante: El paciente tiene derecho legal a solicitar y recibir una copia íntegra de su historial clínico en un plazo máximo de 30 días desde la solicitud, según la Ley de Autonomía del Paciente (Ley 41/2002).
Toda esta documentación debe organizarse cronológicamente y acompañarse de una narrativa clara de los hechos, preferiblemente redactada por un abogado especializado. Esta narrativa debe identificar cuándo se produjo el error, qué consecuencias tuvo y por qué constituye una vulneración de la buena práctica médica.
Cuanto más detallada y estructurada sea la documentación aportada, mayores serán las probabilidades de que la reclamación avance con éxito, ya sea por la vía administrativa, civil o penal. Iniciar este proceso con una base documental sólida es, sin duda, el paso más estratégico para defender tus derechos como paciente.
Plazos legales para presentar una reclamación
Conocer los plazos legales para presentar una reclamación por diagnóstico erróneo es crucial para no perder el derecho a reclamar. La legislación española establece límites temporales claros que varían en función del tipo de responsabilidad (civil, penal o administrativa) y del ámbito en el que se haya producido el error (sanidad pública o privada). Si el plazo vence, el afectado pierde la posibilidad de reclamar, incluso si tiene pruebas sólidas del perjuicio sufrido.
En términos generales, los plazos más habituales que debes tener en cuenta son:
- Responsabilidad patrimonial de la administración: 1 año desde que se produjo el daño o desde que se tiene conocimiento del mismo. Aplica a centros del sistema público de salud.
- Responsabilidad civil (ámbito privado): También es de 1 año desde la estabilización de las secuelas o desde que el paciente es consciente del error y su relación con el daño sufrido.
- Responsabilidad penal: El plazo de prescripción varía en función de la gravedad del delito (por ejemplo, lesiones imprudentes prescriben a los 5 años).
Ejemplo práctico: Si un paciente fue diagnosticado erróneamente en marzo de 2023, pero no descubre las consecuencias del error hasta octubre de ese mismo año, el plazo de prescripción empezaría a contar desde octubre de 2023.
Es importante tener en cuenta que ciertas acciones interrumpen el plazo de prescripción, como presentar una reclamación administrativa previa o solicitar un informe al Defensor del Paciente. Sin embargo, estas actuaciones deben realizarse correctamente y dejar constancia documental para que surtan efecto legal.
Debido a la complejidad de los plazos y a la variabilidad según cada caso, se recomienda acudir a un abogado especializado en negligencias médicas lo antes posible. Un asesoramiento temprano garantiza que se respeten los tiempos legales y permite iniciar el proceso con mayor seguridad jurídica.
En definitiva, actuar dentro del plazo establecido no solo es un requisito legal, sino también una estrategia clave para proteger tus derechos como paciente y maximizar las posibilidades de obtener una compensación adecuada por el daño sufrido.
Indemnización posible por daños
Cuando un paciente sufre las consecuencias de un diagnóstico erróneo, tiene derecho a reclamar una indemnización que compense los daños físicos, psicológicos, morales y económicos derivados del error médico. La cuantía de dicha indemnización no es fija, ya que se calcula en función de diversos factores como la gravedad del perjuicio, las secuelas, el impacto en la vida diaria del afectado y la pérdida de ingresos, entre otros.
En España, la valoración de los daños se suele basar en criterios establecidos en el baremo de accidentes de tráfico, utilizado como referencia para determinar cuantías compensatorias en casos de responsabilidad civil. No obstante, cada caso debe analizarse de forma individual, ya que existen múltiples variables que influyen en el resultado final.
- Daños físicos: Lesiones, empeoramiento del estado de salud, discapacidad o enfermedades derivadas del error.
- Daños psicológicos: Trastornos como ansiedad, depresión o estrés postraumático derivados de la experiencia médica.
- Daños morales: Pérdida de calidad de vida, sufrimiento y alteración emocional del entorno familiar.
- Daños económicos: Gastos médicos, pérdida de ingresos laborales, tratamientos futuros o adecuación del entorno a nuevas condiciones de vida.
Ejemplo ilustrativo: Una persona diagnosticada erróneamente con un trastorno leve sufre realmente un cáncer que se detecta tarde. Tras el diagnóstico correcto, requiere tratamientos agresivos, pierde su empleo y sufre secuelas permanentes. La indemnización podría incluir costes médicos, pérdida salarial, daños morales y ayuda domiciliaria.
Es importante señalar que el proceso para determinar y reclamar una indemnización requiere pruebas claras del daño y su vínculo con el diagnóstico erróneo. Por ello, contar con informes médicos periciales, historial clínico completo y justificación de gastos es imprescindible.
La ayuda de un abogado especializado es clave para valorar correctamente el caso, negociar con las aseguradoras o la administración, y en su caso, llevar la demanda ante los tribunales. Con un enfoque estratégico y pruebas suficientes, las víctimas pueden obtener una compensación justa que les permita afrontar con mayor seguridad las consecuencias de la negligencia médica sufrida.
Casos reales de reclamaciones exitosas
Las reclamaciones por diagnóstico erróneo no solo son posibles, sino que muchos pacientes han logrado justicia a través de procedimientos legales bien fundamentados. Con la asistencia de peritos médicos y abogados especializados, se han dictado numerosas sentencias a favor de los afectados, reconociendo su sufrimiento y otorgando indemnizaciones considerables. A continuación, se presentan varios casos reales en España que demuestran que, cuando existe evidencia sólida, es posible obtener una resolución favorable.
Estos casos ilustran distintos escenarios de error médico, desde omisiones en pruebas diagnósticas hasta interpretaciones negligentes de resultados. Lo común en todos ellos es la existencia de un daño probado y un vínculo directo con la actuación médica defectuosa.
- Cáncer no detectado a tiempo: Una mujer de 42 años acudió al médico de familia con síntomas persistentes. Tras múltiples consultas, no se le realizaron pruebas específicas. A los 10 meses fue diagnosticada con cáncer de mama en fase avanzada. El tribunal reconoció un retraso diagnóstico injustificable y condenó al servicio de salud a pagar 150.000 euros.
- Error en ecografía prenatal: Una pareja demandó al hospital por no haber detectado una malformación grave durante el embarazo. El fallo condenó al centro por falta de rigor en los controles ecográficos, otorgando una indemnización de 300.000 euros por los cuidados vitalicios que requeriría el menor.
- Infarto confundido con ansiedad: Un hombre joven acudió a urgencias con dolor torácico. Fue diagnosticado con ansiedad y enviado a casa. Horas después sufrió un infarto que dejó secuelas neurológicas. Se condenó al hospital a indemnizar con 120.000 euros por mala praxis.
Conclusión práctica: La clave del éxito en estos casos fue una buena documentación médica, un peritaje sólido y la intervención de profesionales jurídicos con experiencia en derecho sanitario. Cada uno de estos elementos fue determinante para el reconocimiento judicial del daño.
Estos ejemplos no solo sirven como referencia, sino también como estímulo para quienes dudan en iniciar una reclamación. Si bien cada caso es único, la jurisprudencia demuestra que los errores médicos pueden y deben ser reparados cuando existen pruebas claras de una atención inadecuada.
Preguntas Frecuentes
A continuación, respondemos algunas de las preguntas más comunes que se plantean los pacientes afectados por un diagnóstico erróneo. Estas respuestas pueden ayudarte a resolver dudas iniciales y a entender mejor el proceso legal y médico implicado en este tipo de reclamaciones.
¿Qué debo hacer si sospecho que he recibido un diagnóstico erróneo?
Lo primero es solicitar una segunda opinión médica y recopilar toda la documentación clínica relacionada. Posteriormente, es recomendable contactar con un abogado especializado para evaluar la viabilidad de una reclamación.
¿Puedo reclamar si el error ocurrió en un hospital público?
Sí. En este caso, la vía adecuada suele ser la responsabilidad patrimonial de la Administración. Se debe presentar una reclamación administrativa ante el organismo competente, generalmente la consejería de sanidad de la comunidad autónoma.
¿Cuánto tiempo tengo para presentar la reclamación?
El plazo general es de un año desde que se conoce el daño. Sin embargo, este puede variar según el tipo de responsabilidad (civil, penal o administrativa), por lo que es fundamental actuar cuanto antes.
¿Es necesario contratar un abogado y un perito médico?
Sí, en la mayoría de los casos. El abogado guiará el proceso legal, mientras que el perito médico emitirá un informe técnico que demuestre que hubo una actuación negligente. Ambos perfiles son clave para que la reclamación tenga éxito.
¿Qué indemnización podría recibir?
La cuantía depende del daño sufrido, tanto físico como psicológico y económico. No hay una cifra estándar, ya que cada caso se valora individualmente. El baremo de tráfico suele usarse como referencia para calcular la indemnización.
Si tu pregunta no ha sido respondida aquí, te recomendamos acudir a un profesional del derecho sanitario. Un asesoramiento personalizado te permitirá actuar con mayor seguridad y aumentar las posibilidades de éxito en tu reclamación.
Conclusión
Sufrir un diagnóstico erróneo puede cambiar la vida de una persona de forma drástica. Más allá de las consecuencias médicas, este tipo de errores afectan la estabilidad emocional, la economía familiar y la confianza en el sistema sanitario. Por ello, es fundamental que los pacientes conozcan sus derechos y sepan que tienen mecanismos legales a su disposición para reclamar justicia y obtener una compensación adecuada por los daños sufridos.
A lo largo de este artículo, hemos explorado qué se entiende por diagnóstico erróneo, sus causas, los impactos que puede generar en la salud del paciente, y las vías legales disponibles para reclamar. También hemos visto ejemplos reales de reclamaciones exitosas, lo que demuestra que actuar de forma informada y respaldada puede marcar la diferencia en el resultado de un proceso legal.
- Identificar el error a tiempo y obtener una segunda opinión médica es clave.
- La documentación y el informe pericial son pilares fundamentales para cualquier reclamación.
- El acompañamiento de un abogado especializado aumenta notablemente las posibilidades de éxito.
Recuerda: No estás solo ni desprotegido. El derecho a una atención médica de calidad está reconocido legalmente y existen herramientas para hacer valer ese derecho cuando ha sido vulnerado.
Si crees que has sido víctima de un diagnóstico erróneo, no dejes pasar el tiempo. Actuar con rapidez y con asesoramiento profesional puede marcar la diferencia entre obtener reparación o ver cómo tu caso prescribe. Infórmate, recopila pruebas y busca ayuda legal especializada. Reclamar no solo es tu derecho: también es una forma de exigir mejoras en el sistema y evitar que otras personas pasen por la misma situación.